Viñedos protegidos

Intrigante y misterioso, el búho torre (Tyto alba) encuentra refugio en los hábitats promovidos por la reconocida gestión agroforestal sostenible de la Companhia das Lezírias. Fundamental para proteger el equilibrio ecológico de nuestros viñedos, esta ave es uno de los garantes de nuestro compromiso con la conservación de la biodiversidad.

"La lechuza común Tyto alba es un ave particularmente asociada a los humanos, ya que a menudo utiliza estructuras artificiales para anidar y zonas agrícolas para la alimentación.

De esta estrecha relación se derivan beneficios directos para las poblaciones humanas, desde el uso del búho real como ayuda en las prácticas de la agricultura ecológica hasta su papel centinela en la evaluación de la exposición y los efectos secundarios de la contaminación ambiental. En el Informe Final ("Prof. João Rabaça").

Según los estudios realizados, la zona del estuario del Tajo (Ponta da Erva) registra una abundancia de esta especie entre las más altas de Europa y quizás del mundo, de la que el estudio detallado de esta realidad regional es especialmente relevante dado el continuo declive de la lechuza común en la región de Europa, donde actualmente está clasificada como una especie con un estado de conservación desfavorable.

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Premios a los Proyectos Verdes 2014

CL ganó la edición 2014 de los Premios Proyecto Verde en la categoría "Agricultura, Mar y Turismo", con la "Companhia das Lezírias": Proyecto "Gestión forestal para la biodiversidad", que resume un conjunto de líneas de trabajo, cuyo objetivo principal es asegurar la sostenibilidad de la gestión forestal en Charneca, con especial énfasis en la conservación y promoción de la biodiversidad. El vino Tyto alba está asociado a los valores encarnados por el proyecto ganador y por toda la gestión de la conservación de la Charneca y la valorización del capital natural.

Nidos en el control de plagas forestales

La caja nido que rodea la botella Tyto se inspiró en una de las muchas actividades de investigación resultantes de las asociaciones con el ICNF y la Universidad de Évora.
Uno de estos estudios tenía como objetivo aumentar el conocimiento sobre las especies de aves que se encuentran en las áreas forestales, así como la influencia del manejo humano en su distribución y abundancia, o incluso en su papel como controladores de plagas forestales naturales. Entre 2009 y 2011, se colocaron 113 nidos y se realizó un seguimiento anual (12 para los pájaros carpinteros, 14 para la hierba de los atados y 87 para el Carbonero Común). Las cajas nido se instalaron para "potenciar el aumento de las poblaciones de aves insectívoras, lo que resultó ser una medida eficaz para combatir las enfermedades y plagas forestales, con una marcada reducción tanto de los nidos procesionarios de pino en pinos como de la defoliación del alcornoque". 
en el Informe Final (Prof. João Rabaça).